TEMA 3.1.
Parte para aclarar en último aspecto: DESEQUILIBRIOS REGIONALES
Los desequilibrios económicos regionales
en el estado español se han ido fraguando a lo largo de la Edad Contemporánea;
no se pueden atribuir únicamente a factores históricos, aunque éstos
contribuyan a estas diferencias. Una de las características del sistema español
es el desarrollo
económico desigual, visible en la desigualdad entre la zona
litoral y la interior.
Esto se puede ligar a la
industrialización y al proceso de terciarización de la sociedad y economía española. A
lo largo del Siglo XIX, la Cornisa cantábrica fue
favorecida por la existencia del carbón en Asturias y el hierro vasco, que
servía para intercambio en los fletes por carbón inglés. Esto permitirá el
desarrollo industrial de estas regiones españolas. Cataluña aprovechó
la expansión industrial, del textil, en particular, como principal motor de su
desarrollo regional. En ambos casos (Cataluña y País Vasco) la presencia de un
grupo social dinámico como el burgués favoreció el progreso económico. El otro
gran foco de poder económico estuvo representado en Madrid. La
capitalidad del Estado español servirá de motor económico desde la llegada de
la dinastía borbónica.
Por el contrario, el interior
peninsular, las dos Castillas, Aragón o Extremadura no alcanzan un desarrollo
industrial ni económico por lo seguirán dependiendo de una agricultura o
ganadería casi de subsistencia. Todo ello marca las desigualdades económicas
entre las regiones de España, que serán crecientes posteriormente.
TEMA 6.1. Internacionalización de la Guerra Civil